Cuando la convicción incomoda: Jeannette Jara, el nuevo eje del progresismo.

En cada ciclo electoral, cuando emerge una candidatura de izquierda con fuerza, con programa y con respaldo social real, aparece el mismo libreto: el discurso del miedo. Lo vimos con Allende en los 70, lo vivimos con Bachelet cuando desafió a la élite en su primer mandato, y más recientemente con Gabriel Boric enfrentando la maquinaria del terror en 2021. Hoy, ese libreto se reactiva frente a Jeannette Jara, una mujer comunista, con trayectoria pública impecable, que ha sabido poner en el centro las urgencias sociales del Chile real.

Decir que «la derecha prefiere a Jara» es un argumento débil, repetido, y profundamente deshonesto. En el fondo, lo que incomoda no es su supuesta vulnerabilidad electoral, sino su claridad política. Porque Jara no juega a agradar a todos; interpela, incomoda, propone. Y lo hace desde un espacio que ha sido sistemáticamente excluido del eje de poder: una izquierda con proyecto, no solo con eslóganes.

Frente a ello, algunos sectores del socialismo tradicional han optado por reciclar los viejos miedos. Carolina Tohá, con su frase “el comunismo trae pobreza”, no solo revela nerviosismo, sino también el agotamiento de una política que ya no ofrece horizontes. Cuando el progresismo se convierte en un muro de contención para que nada cambie demasiado, deja de ser una alternativa y se transforma en parte del problema.

El miedo es un recurso político. Se usa cuando no hay convicción ni propuestas capaces de entusiasmar. Pero la historia enseña otra cosa: cuando la izquierda se presenta sin complejos, cuando habla claro y pone en el centro la dignidad de las mayorías, puede ganar. Y gana. Jara no es una amenaza para el país. Es una amenaza para quienes se sienten cómodos en el viejo orden, para quienes temen perder los espacios que han monopolizado durante décadas sin responder a las demandas populares.

Por eso, frente al cálculo, elegimos convicción. Frente al terror, elegimos futuro. Frente a la administración de lo posible, elegimos una política transformadora. Jeannette Jara no es solo una opción válida: es la mejor opción para reconstruir un proyecto de izquierda mayoritaria, con raíces populares, con dirección y sin miedo.

Pablo Castillo Estrada
Editor Revista Tierra Bella

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