El hermoso tema “Solo pienso en ti” de Víctor Manuel (1978), está inspirado en un caso real: el amor de Mariluz y Antonio, dos jóvenes discapacitados que se conocieron en la sede de PROMI (Promoción de Minusválidos) en Cabra, España.
Al nacer, Mariluz cayó al suelo y el golpe en la cabeza le dejó secuelas de por vida (“Cuando vio la luz/ su frente se quebró como cristal/ porque entre los dedos a su padre/ como un pez se le escurrió”). Antonio fue internado de niño por ser “diferente”. Pasaron los años y él, al verla, quedó prendado de ella: “Yo la vi y me gustó. Le dije: si quieres nos vamos a enamorar”.
Cada día paseaban de la mano por el jardín del Centro que los acogía (“Juntos de la mano se les ve por el jardín/ No puede haber nadie en este mundo tan feliz”). Debieron sortear un infierno de prejuicios legales y eclesiales para poder compartir su vida pero, al fin, consiguieron casarse en 1982 y vivir en un piso tutelado.
Tuvieron tres hijos sanos, pero la hipocresía y el desconocimiento hicieron dudar de que fueran capaces de criarlos y fueron entregados en adopción a un familiar de Antonio. Aquella separación les produjo un dolor inconmensurable. Cuarenta años después, el deterioro cognitivo les obliga a vivir separados, pero cada día, sin excepción, se encuentran y siguen paseando juntos de la mano por el jardín. No puede haber nadie en este mundo tan feliz.
“Solo pienso en ti” se convirtió en un himno a una tolerancia de la que nunca debemos desprendernos, porque el amor siempre irá un paso por delante de nuestro entendimiento.
A partir de hoy te parecerá aún más hermosa esta canción.
(Foto: Mariluz y Antonio en 2018)
Disfrútala: https://www.youtube.com/watch?v=zefiRO3dZuU