En redes sociales, lo que vemos no es al azar. Detrás de cada publicación hay un sistema que decide qué mostrarnos primero: el algoritmo. Este observa lo que nos gusta, con qué interactuamos y cuánto tiempo pasamos en ciertos contenidos. Así, organiza nuestro inicio para mantenernos conectados el mayor tiempo posible.
Este funcionamiento tiene un impacto directo en las campañas políticas. No basta con publicar un mensaje: hay que lograr que ese mensaje circule, se comparta y genere interacción. Quienes entienden cómo funciona el algoritmo pueden posicionar mejor sus ideas, llegar a más personas y moldear la conversación pública. En tiempos electorales, saber usar bien las redes sociales no es un complemento: es una herramienta central de disputa.
La política chilena ya no se discute solo en la plaza ni se gana en la franja televisiva: se define en la pantalla de cada teléfono. Tres de cada cuatro personas en el país —más de 15 millones— están hoy activas en redes sociales; equivalen al 75 % de la población total educacioncontinua.uc.cl transnews.cl. Ese dato, por sí solo, explica por qué la política se trasladó de la plaza pública al teléfono: las audiencias están ahí, informándose, opinando y eligiendo.
La campaña contemporánea se libra, ante todo, en las pantallas. En Chile, el 75 % de la población mantiene cuentas activas en redes y TikTok ya es fuente de noticias para el 43 %, superando a la prensa escrita y acercándose a la televisión abierta. En los segmentos jóvenes, Instagram desplaza a WhatsApp como plataforma preferente. Este desplazamiento del consumo informativo convierte cada scroll en una cuña electoral implícita. Tres datos bastan para entenderlo.
1. Ahí está la ciudadanía
En enero de 2025 había 14,8 millones de cuentas chilenas activas en redes sociales, equivalentes al 74,7 % de la población del paísdatareportal.com. Ignorar ese foro es renunciar a hablarle a tres de cada cuatro electores.
2. Ahí van los recursos
Durante la elección presidencial de 2021, solo en Facebook / Instagram las candidaturas gastaron más de $118 millones (Boric) y $310 millones (Kast). En total, los principales comandos movilizaron cientos de millones en pauta digital, según sus propias rendiciones al Servel derechosdigitales.org. La tendencia es global: el ciclo federal estadounidense de 2024 superó los US $ 1.900 millones en anuncios políticos en Meta, Google, Snap y Xbrennancenter.org. Donde está la atención, se concentra el presupuesto.
3. Ahí se forma la opinión
Para la generación de 18-29 años, las redes son ya la principal fuente de noticias: un 54 % consume información “intensivamente” por estos canales, muy por encima de la TV o la radio ciclos.udp.cl. El primer golpe narrativo, el encuadre del tema y la respuesta a una controversia ocurren en minutos; quien llega tarde entrega el terreno.
4. Qué exige esta realidad
- Mensaje claro y breve. Videos verticales y texto que se entiende sin sonido.
- Presencia constante. Publicaciones diarias y respuesta rápida fijan la agenda.
- Transparencia. Toda pauta debe declararse; el Servel ya fiscaliza la publicidad digital.
- Juego limpio. La desinformación rinde clicks pero cobra votos cuando se descubre.
Conclusión
Las redes sociales son la nueva plaza pública y la principal sala de debate electoral. Quien domine su lenguaje y sus ritmos convierte un mensaje en mayoría y una candidatura en victoria.
Pablo Castillo Estrada
Programador, Administrador de contenidos.
Editor en Revista Tierra Bella.
