La comuna de Chiguayante, en la región del Bío Bío, volvió a ser escenario de un lamentable incendio estructural registrado la madrugada del 1 de enero. El siniestro se originó en la intersección de la calle Fragata María Isabel con el Pasaje dos, en el sector cercano al parque Ribera, donde las casas se caracterizan por estar “pareadas”. El fuego dejó como saldo tres víctimas fatales, incluyendo a una persona que se encontró postrada.
La magnitud de la tragedia se vio agravada por la rápida propagación de las llamas entre las viviendas aledañas. Tanto Bomberos como personal municipal, encabezados por el alcalde Jorge Lozano, acudieron al lugar para controlar la emergencia y brindar apoyo a las familias afectadas. Pese a los esfuerzos, fue imposible evitar las pérdidas humanas.
Este nuevo episodio pone en evidencia la precariedad en la construcción de viviendas y la falta de mantenimiento de las instalaciones eléctricas, un problema que data de muchos años en Chiguayante. Tal como sucede en otros sectores del país, la incorporación de más artefactos eléctricos sin la adecuación oportuna de los sistemas de cableado ni la renovación de componentes (como tableros y térmicos) puede desencadenar incendios fatales.
A esta situación, se suma también la responsabilidad de la comunidad, ya que en múltiples ocasiones los vehículos estacionados en lugares no habilitados impiden el acceso expedito de los carros de emergencia. Esta problemática retrasa la actuación de Bomberos y demás organismos de seguridad, aumentando los daños y, en casos como lo sucedido, contribuyendo a desenlaces trágicos.
Construcciones precarias y riesgo permanente
Gran parte de las casas en sectores vulnerables de Chiguayante presentan instalaciones eléctricas antiguas o precarias. Con el paso del tiempo, no se realizan mejoras que se requieren para soportar el uso de electrodomésticos modernos, como calefactores, hornos eléctricos, refrigeradores o lavadoras de mayor consumo. Además, en muchas viviendas se observa la ausencia de aislamientos adecuados, la sobrecarga de enchufes y el uso de conexiones informales, factores que incrementan el riesgo de cortocircuitos e incendios.
Recomendaciones y llamado a la acción
Frente a este escenario, autoridades y organismos de emergencia recalcan la importancia de:
- Revisar y modernizar periódicamente las instalaciones eléctricas , especialmente cuando se incrementa el número de artefactos en el hogar.
- Evite sobrecargar enchufes y alargadores , empleando el cableado adecuado y dispositivos de protección (térmicas y diferenciales).
- Solicitar ayuda profesional al detectar chispazos o desperfectos en el sistema eléctrico, para prevenir accidentes mayores.
- Contar con extintores y capacitación básica para utilizarlos en caso de emergencia.
Mientras se mantienen estas condiciones de precariedad y no existe una respuesta que aborde de manera conjunta las mejoras en infraestructura y la capacitación de la comunidad, episodios como el acaecido en Chiguayante seguirán cobrando vidas. Este trágico inicio de año recuerda la urgencia de una intervención integral, tanto pública como privada, para resguardar la seguridad de las familias y evitar que se repitan situaciones tan dolorosas.
Loreto Parodi
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