Este año quedó claro algo simple: en Chiguayante no hace falta ir a otra comuna para pasarlo bien. En la cancha Independiente hubo gran asistencia, buen ambiente y un orden que se notó desde el primer día. La seguridad fue visible—accesos claros, patrullajes constantes y cero sobresaltos—y la logística funcionó de manera impecable: comida a pocos pasos, locales bien abastecidos, circulación fluida y espacios cómodos tanto para familias como para adultos mayores y niños.
La carpa gigante, de casi 90 × 40 metros, marcó la diferencia. Pese a cuatro días de lluvia intensa, adentro todo siguió con normalidad: escenario en marcha, fonderos trabajando sin contratiempos y público disfrutando seco y tranquilo. Muchos asistentes comentaban que, por momentos, ni se notaba el temporal que caía afuera.
El alcalde Jorge Lozano resumió el sentir general al cierre de los cinco días de celebraciones:
“Quiero decirle a todas las vecinas y vecinos de Chiguayante que estamos muy contentos. Estas ramadas fueron un verdadero éxito: destacamos en seguridad, nuestros emprendedores trabajaron felices y la comunidad pudo disfrutar tranquila. Gracias a la gran carpa instalada, las familias se protegieron del viento y la lluvia sin ningún problema. Agradezco también a los funcionarios municipales, que estuvieron atentos a cada detalle para que estas fiestas se vivieran con alegría, comodidad y seguridad.”
Los testimonios de vecinos y vecinas también lo confirman. Edgardo Valdebenito comentó: “Lo pasamos genial. Estuvimos los primeros dos días y estaba todo tranquilo. Vimos fotos de otras comunas y con la lluvia no nos quisimos mover. Aquí la carpa nos protegió y pudimos disfrutar en familia.”
Por su parte, Sonia Millaleo, del sector Valle del Sol, señaló: “La comida al ladito del escenario, sin filas eternas. Mis papás anduvieron cómodos y la gente muy sana. ¿Para qué ir a perder tiempo a otra comuna, si acá salió redondo?”
